UN PUERTO, UNA PASION RAÚL CATACORA, UN BOLIVIANO QUE APUESTA AL FUTURO DE ILO Y DE BOLIVIAMAR
Para Raúl Catacora, un esforzado y entusiasta de Ilo y las grandes posibilidades turísticas y económicas que ofrece para los bolivianos, el puerto peruano se ha convertido una verdadera pasión a la que lleva dedicados al menos los seis últimos años.
Fuente: Revista TRAVEL NEWS, 2007
Sin importarle si pierde dinero o gana muy poco, Catacora lleva frecuentemente grupos de Bolivianos al puerto en el que el vecino país ha otorgado a Bolivia libre acceso, una zona turística – Boliviamar – y hasta la posibilidad de que capitales Bolivianos participen en la administración portuaria.
De 61 años, beniano de nacimiento y paceño por adopción – ha sido dirigente del Comité Cívico Pro La Paz – Catacora ha llevado a Ilo, por vía terrestre, nada menos que 22 grupos desde que el 26 de enero de 1992 fueron suscritos los acuerdos Mariscal Andrés de Santa Cruz por el presidente de Perú, Alberto Fujimori, y el jefe de estado Boliviano de entonces, Jaime Paz Zamora.
En entrevista concedida a Travel News, indico que esos 22 viajes fueron realizados por grupos de militares, estudiantes, jilakatas del altiplano, profesionales y hasta familias.
Ha llevado a grupos de médicos Bolivianos – patólogos, cirujanos, oncólogos y protócologos – para que participen en encuentros científicos binacionales.
Relata que también ha conducido a Ilo a la promoción de Escuela de Guerra de la Armada, cuyos integrantes cumplieron en Ilo actividades de intercambio con la Armada Peruana.
Los viajes que organizo no tienen carácter lucrativo y lo hago como ciudadano boliviano soy un convencido de que Bolivia debe mantener un acercamiento intenso con el Perú en todos los campos, pues solo así recuperaremos algún día el mar; solos será imposible sentencio.
Manifestó que es una especial recompensa el hecho de llevar, por ejemplo, a una promoción escolar a Ilo, y emocionarse con los jóvenes cuando ven por primera vez el mar. Muchos lloran de emoción legítima, asegura.
Por la labor que desarrolla, se ha convertido ya en un personaje de gran prestigio y popularidad en Ilo, a donde llega conduciendo él mismo a sus grupos de turistas bolivianos. En virtud de su esforzada actividad como pionero y promotor de los viajes integracionistas, el municipio del puerto lo ha premiado con una distinción especial.
Catacora es un decidido integracionista y ejerce esa convicción desde que hace ocho años se instaló como empresario en desaguadero, como representante de empresas bolivianas para la exportación de sus productos al Perú y como pionero de lo que va camino de ser una realidad: la formalización del comercio bilateral mediante la disminución cada vez mayor del contrabando.
Con su amplitud de miras, instaló primero una estación radial, Radio Boliviamar, y luego una televisora, canal 5 seguro de que para integrarse primero hay que afirmar personalidad cultural y soberanía, con medios propios de comunicación.
Sobre la experiencia integracionista de Ilo, relató que tras la firma de los acuerdos de 1992, en el puerto peruano se abrió una gran expectativa que hizo crecer la infraestructura hotelera y de otros servicios para el turismo, paulatinamente, hasta en un 70% por ciento.
La posibilidad de arribo de inversiones bolivianas y de dinamización de las actividades portuarias por un esperado incremento de la carga de Bolivia ha sido de tal magnitud, que en seis años, la población ileña subió de 50 mil a 70 mil habitantes.
Hace dos años, ese entusiasmo se había enfriado, había un sentimiento de frustración porque no llegaban la inversiones ni aumentaba significativamente el tráfico de carga boliviana asegura.
Catacora atribuye la falta de avances del proyecto integracionista y de desarrollo del intercambio turístico con Ilo, a lo que llama un gravísimo error de creer que la iniciativa privada solo desarrollaría el proyecto, sin caer en la cuenta de que este, en una fase inicial, requería de una fuerte inversión del Estado.
Además, continua, nunca hubo un departamento, una oficina donde obtener información sobre las oportunidades que ofrece Ilo; y recuerda que hace unos años la Alcaldía de Ilo le pidió conseguir una inversión relativamente pequeña, de 30 mil dólares, para completar lo necesario para instalar en Boliviamar un campamento de para vacacionistas bolivianos, pero no encontró dependencia alguna que ayudara a encontrar esa inversión y el proyecto se frustró.
Las circunstancias desfavorables no han desalentado el empuje integracionista de Catacora, que ha seguido llevando grupos a Ilo y que dice que ahora las perspectivas son distintas porque la administración gubernamental boliviana actual justifica esas expectativas por su proclamada política muy clara y decidida de impulsar el proyecto Ilo.
Esa nueva política, dice, junto a la certeza de que en julio de 1999 estará lista la carretera Ilo- La Paz, ha hecho rebrotar también el entusiasmo en el puerto peruano.
ILO A SU ALCANCE
Los viajes que organiza Raúl Catacora a Ilo tienen una serie de ventajas, tanto en lo económico como en la calidad del servicio. El mismo sirve de conductor y experto guía a sus viajeros, preferentemente grupos institucionales y familiares, cuyo bienestar se preocupa personalmente.
Por solo 70 dólares, el viajero tiene garantizado todo el viaje, que incluye:
-Transporte terrestre de ida y vuelta, en autobús turístico.
– visita al monumento a la batalla de Tacna (Alto de la Alianza).
– Un día a visita a la ciudad de Tacna, ideal para hacer compras.
– Dos noches de alojamiento y tres días de alimentación en Ilo.
– Una cena – peña con música criolla en Ilo.
– City tour por Ilo.
– transporte en Ilo y a la playa.
– Paseo en Bote.
– en virtud de los acuerdos integracionistas, no es necesario pasaporte para viajar a Ilo y basta el carnet de identidad para cruzar la frontera.