Machupicchu
MACHUPICCHU
El Santuario Histórico – Parque Arqueológico Nacional de Machupicchu (SHM-PANM) es un área cultural y natural inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Con una extensión de 37302 hectáreas, es una de las áreas con mayor biodiversidad del Perú y alberga más de 60 monumentos arqueológicos articulados mediante una compleja red de caminos Inka.
El monumento más importante del SHM-PANM es la llaqta o Ciudad Inka de Machupicchu, que fue planificada y construida alrededor del año 1450 d.C. durante el gobierno del Inka Pachakuti. La obra demandó la participación de especialistas en arquitectura, ingeniería y astronomía, además de una gran cantidad de mano de obra. Más del 50% del esfuerzo requerido en su edificación fue empleado en la preparación del terreno, cimentación y sistema de drenaje. Su edificación responde a la necesidad del Estado Inka de contar con un centro religioso, político y administrativo dentro de un espacio sagrado considerado el nexo entre los Andes y la Amazonía.
La llaqta de Machupicchu fue abandonada durante la segunda mitad del siglo XVI; sin embargo, nunca estuvo perdida ya que fue visitada y habitada ocasionalmente. Existen documentos coloniales que se refieren a la llaqta de Machupicchu como el “Asiento de los Incas” o el “Pueblo Antiguo del Inga Nombrado Guaynapicchu”. En 1874, el ingeniero Herman Göhring elaboró un documento cartográfico en el que se presentan por primera vez los topónimos “Machu Picchu” y “Huaina Picchu”. En 1911, el profesor Hiram Bingham visitó la llaqta y quedó impactado con su belleza y majestuosidad. Al año siguiente, retornó con un equipo multidisciplinario de profesionales quienes realizaron excavaciones e investigaciones en la zona.
Desde la década de 1930, el Estado Peruano ha venido impulsando la investigación, conservación y puesta en valor del Santuario Histórico y de la llaqta de Machupicchu, la cual representa una obra maestra de arte, arquitectura e ingeniería en perfecta armonía con la naturaleza y resulta el legado más importante de la civilización Inka a la humanidad.
Esta antigua ciudad inca es uno de los tesoros más preciados de Perú. Se cree que fue una de las residencias del noveno inca del Tahuantinsuyo, Pachacútec, aunque en ella también están los restos de un santuario. Su nombre significa montaña vieja, y hace alusión al lugar donde se ubica, a unos 2453 metros de altura, en un promontorio rocoso entre los cerros de Huchuy Picchu y Huayna Picchu.
Actualmente, esta joya inca es uno de los focos turísticos del país. Los viajeros se acercan hasta Aguas Calientes para iniciar la ruta inca que Hiram Bingham, el profesor de Yale, popularizó a principios del siglo XX. El Santuario histórico de Machu Picchu está considerado como una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno y ha sido declarado como Patrimonio de la Humanidad en 1983.
Si se tiene la oportunidad de visitar un lugar como este, es importante una guía para no perderse nada. Según las últimas investigaciones, el lugar podría haber sido una residencia real temporal, y es que son casi 200 las construcciones que se encuentran en el lugar, donde las llamas dan la bienvenida. Desde Machu Picchu se puede disfrutar también de unas magnificas vistas de la cordillera de Vilcabamba, del cañón del río Urubamba y del cerro Putucusi. Leyendas, lugares de culto, pirámides, piedras sagradas e historia son algunas de las maravillas que hay que descubrir en esta misteriosa maravilla del mundo.
El camino entre Cusco y MachuPicchu
Es uno de los más transitados de toda América del Sur dado su gran atractivo. Desde la antigua capital del Imperio Inca parte la ruta que atraviesa pequeños pueblos coloridos que dan la bienvenida al Valle Sagrado. Písac, Ollantaytambo y Chinchero son algunos de ellos, con sus mercados y ruinas que fascinan a cualquier visitante. De ahí se recorren las terrazas de cultivo de Moray, y se recorre el Camino Inca, de 43 kilómetros de longitud, que va desde el poblado de Chillca hasta Machu Picchu.
Pero no todo es caminar, y sin duda un buen alojamiento en este intenso viaje es importante, sobre todo si también cuida del entorno. Es el caso de Inkaterra Machu Picchu Pueblo, pionero en ecoturismo, que ocupa cinco hectáreas entre la cordillera de Los Andes y la selva, que recupera el bosque nuboso antaño destruido por las plantaciones de té y café. Las villas privadas de adobe se reparten entre la fauna y la flora del lugar, donde es posible comerse y beberse Perú y sentir su espiritualidad.